Diferencia entre revisiones de «Proyecto ATP»
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Revisión actual - 19:15 22 nov 2017
Equipos de Acompañamiento en la Transformación Pedagógica (ATP)
Breve Descripción
La oportunidad de que las escuelas puedan trabajar junto con un equipo de acompañamiento como el que presentamos, se crea en el marco del Proyecto Curricular Institucional (PCI).
En el PCI las escuelas organizan, dicho brevemente, los tipos de espacios curriculares, las acciones y proyectos con sus planificaciones y la articulación de los contenidos alrededor de ciertas experiencias formativas que han elegido como fundamentales para su institución en relación a la Orientación elegida por la escuela.
En esta instancia, la forma de pensar las acciones al interior de la escuela ocupan el primer plano, dando lugar a organizaciones nuevas del tiempo escolar gracias a nuevos tipos de espacios curricualares que permiten encarar nuevos desafíos con mayor flexibilidad y promover modos de trabajo innovadores entre estudiantes y con los docentes.
En esta misma línea, queremos sumar un apoyo más a las escuelas, brindándoles la oportunidad de contar con un equipo de acompañamiento (ATP) que pudiera facilitar y promover al interior de la escuela y en conexión con Planeamiento, las acciones y formas de interacción más adecuadas y deseables para obtener los objetivos planteados en el PCI.
La tarea de los equipos ATP consiste en un primer acercamiento y diagnóstico inicial de la escuela con director, asesor pedagógico, directores de área, profesores y preceptores. Luego de esa etapa de acercamiento y conocimiento de la realidad particular y singular de la escuela, se propone una dinámica de “trabajo por proyectos” que darán lugar a una actividad centrada en jornadas creativas alrededor de problemas. Para tal actividad se arman grupos entre los estudiantes de 1° a 5° año. Estos trabajos, con su preparación previa y el problema al que apuntan, pueden ser sobre diferentes temáticas e invitan a los estudiantes a hacer diversas actividades. Esto implica también una preparación previa entre los profesores (definir temática, aporte de cada área, propuesta de actividades) así como de diseño de materiales y contenidos por parte de los profesores con sus alumnos. Se sugiere realizar dos al año: el primero será organizado con la ayuda del equipo ATP respaldando la tarea de los profesores y articulando las tareas entre los distintos actores de la escuela. El segundo estará organizado por los actores de la escuela y con un acompañamiento del equipo ATP. El acompañamiento está sugerido para generar nuevas prácticas o articular de modo sistemático las prácticas que promueven las capacidades en los estudiantes, tales como pensamiento crítico, creatividad, trabajo colaborativo, entre otras. El objetivo que se persigue con este acompañamiento es poder establecer como frecuente un tipo de práctica que reune varias de las condiciones que promueve el aprendizaje autónomo y la autogestión en los estudiantes, a la vez que los forma en el ejercicio de la ciudadanía al ofrecerles espacios de interacción no solo con pares sino con los estudiantes de otros niveles. Este tipo prácticas sin duda no es nuevo. Sin embargo suele ser más esporádico que frecuente de modo que su promoción en las escuelas conlleva cierto esfuerzo institucional inicial para luego convertirse en una actividad mucho más demandada por los estudiantes que el resto de las propuestas habituales
La transformación no consiste solo en armar estas jornadas. Si fuera así, sería más bien habitual su realización. La transformación que nos permite hoy el diseño del PCI y el apoyo de los equipos ATP es poder pensar la dinámica de la información, el lugar de los contenidos, el enfoque para promover las habilidades y los roles que cada actor puede asumir en la nueva escuela secundaria.
Es así que la idea de acompañamiento no se limita a la actividad más visible de jornadas creativas. Más bien para lograr que esas jornadas tengan el sentido pedagógico que hoy los estudiantes necesitan y que los docentes pueden imprimirle, es que se hace necesario repensar los modos de interacción entre los distintos actores.
Es de fundamental importancia tomar a la escuela como unidad de transformación. Es importante la cantidad de docentes que hay participado de capacitaciones, que llevan adelante propuestas innovadoras y que tienen un compromiso inclaudicable con los estudiantes logrando por parte de ellos el interés necesario para involucrarse en un contrato educativo fructífero. Sin embargo, en ocasiones estas acciones pueden no ser acompañadas o aprovechadas en toda su potencialidad al no insertarse como una pieza clave de las acciones dentro del PCI.
La propuesta intenta aumentar el grado de aprovechamiento que puede darse a las tareas que ya se vienen proponiendo en esta línea y, en caso de no ser habituales, promover que su implementación se extienda en función de un cambio más profundo en las formas de interacción al interior de las instituciones.
Es importante acompañar a los profesores para que confíen y puedan tolerar la incertidumbre que genera la implementación de estas dinámicas. Dar lugar a escenarios de dinámicas con apertura en las que no hay control de la producción cognitiva de los estudiantes es una condición necesaria y fundamental para que el aprendizaje sea realmente significativo y que se constituya como un proceso personal en el que cada estudiante se involucra desde sus propios intereses y motivaciones. Es indispensable que cada estudiante pueda tener un espacio de libertad para explorar los conocimientos que quiere poner en juego en el desafío que se le ha planteado o que ellos mismos han elegido plantear.
En esta transformación el rol del preceptor es muy importante. Es una persona que pasa mucho tiempo con los chicos y que suele tener un vínculo más cercano con ellos. Es un rol que articula entre los profesores y los estudiantes. En los “trabajos por proyectos” participan acompañando los diferentes espacios.
Paralelamente los estudiantes de niveles superiores pueden asumir roles de padrinazgo sobre estudiantes de niveles inferiores, acompañándolos en las dificultades que van enfrentando en diferentes contenidos o desempeños. De este modo, sumado a que los grupos para las jornadas creativas están formados por estudiantes de los distintos niveles, se promueve una convivencia con aspectos de cuidado de sí mismo y del otro, que favorece la pertenencia de los estudiantes a la institución, la conformación de una verdadera comunidad de aprendizaje y disminuyen hasta desaparecer los episodios de bullying, tan habituales en la segmentación al interior de las escuelas.