Internalismo y externalismo

De Filosofia de las Ciencias
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Como se mencionó en las controversias científicas suelen existir factores internos y factores externos a la práctica científica. Los primeros se asocian con la metodología, el apoyo que los datos le otorgan a la teoría, la articulación de la teoría con otras teorías ya aceptadas, etcétera. Los factores externos son las preferencias sociales, culturales y la presión del resto de la sociedad sobre la comunidad científica en favor de una perspectiva teórica en detrimento de otra.

Podría darse el caso de que estos factores externos fueran de gran importancia y así se impusieran a los factores internos. Una situación así mostraría que es posible que la comunidad sostenga teorías contrarias a los datos pero preferidas por motivos de otro orden. En general, los factores externos suelen adquirir mayor importancia durante el período en el que los datos no permiten tomar una decisión concluyente. Algunos filósofos del movimiento llamado "neopositivismo" sostenían que si dos teorías cuentan con igual apoyo empírico, se debe elegir aquella que favorezca el bienestar de los trabajadores. Esta opinión es ciertamente un criterio totalmente externo a la relación entre la teoría y los datos, pero que se pone en juego en la etapa en que la contrastación no es suficiente para dirimir la discusión.

Un ejercicio siempre útil es poder distinguir de qué modo los factores externos están presentes y favoreciendo o entorpeciendo la aceptación o el rechazo de ciertas teorías. Un ejemplo lamentable es el de la teoría del darwinismo social en que se pretendía dar respaldo a un accionar de unos seres humanos sobre otros como si la teoría de la evolución habilitara al exterminio. Aquí pueden señalarse dos cuestiones: 1) la teoría no tenía suficiente apoyo empírico y jamás pudo adquirir consenso entre los científicos, 2) aun cuando la teoría hubiera sido corroborada no tiene las implicancias que se le querían adjudicar. La pretendida superioridad no da derecho al exterminio.

Otro ejemplo es aquel que impedía aceptar en la Grecia Antigua la teoría de Aristarco, ya que para los datos de la época, tal teoría parecía un capricho de complicación. Los datos avalaban tanto al geocentrismo como al heliocentrismo de Aristarco, pero frente a la simplicidad y el carácter intuitivo del geocentrismo, parecía caprichoso sostener el heliocentrismo. (ver la actividad sobre el film Ágora)