Inducción

De Filosofia de las Ciencias
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El proceso de inducción se apoya en un tipo particular de argumento, los argumentos inductivos. Un argumento o razonamiento se puede entender como una secuencia de afirmaciones o enunciados con una finalidad particular: que alguna de ellas, la que llamamos conclusión, se sigue o se justifica por las restantes, que llamaremos premisas. Los argumentos inductivos son aquellos que "van de lo particular a lo general". Esto quiere decir que aquellas afirmaciones que serán apoyo a la conclusión, o que la justifican, son singulares. Mientras que la conclusión es un enunciado general.

Veamos un ejemplo de argumento inductivo: "El cuervo del zoológico de Tamaiken es de color negro", "el cuervo del zoológico de Buenos Aires es de color negro", "el cuervo del zoológico de Luján es de color negro", "el cuervo del zoológico de La Plata es de color negro", "el cuervo del zoológico de...", por lo tanto (se concluye) que: "todos los cuervos son de color negro"

El paso de lo singular a lo general implica que en la conclusión se este aportando información que no estaba en las premisas, es decir, se da información nueva. Esta particularidad que hace que estos argumentos nos sean útiles y continuamente usados, es a su vez un problema: la verdad de las premisas no garantiza la verdad de la conclusión. Diremos que sólo la apoya en un "cierto grado".